Décima semana de confinamiento.
Mientras escribo esto llevamos exactamente 68 días de confinamiento ¡68 días en casa! Afortunados de tener salud y prudentes, porque todavía queda mucho por luchar. Sigue siendo peligroso. Así que poniendo todo tipo de precaución y viviendo lo mejor posible en una casa pequeña, sin terraza ni jardín, pero, al fin y al cabo, mi casa, en la que uno se siente siempre protegido.
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| Yo en la puerta de Xentes |
No es un secreto que no me gusta cocinar, aunque sí me gusta comer. ¡Qué lista soy!
De hecho, en este blog os presento alguno de los restaurantes que visito y disfruto, así que he pensado en recopilar los cinco restaurantes a los que quiero ir en cuanto acabe esto. No obstante, antes de enumerarlos, tengo que avisaros:
1- Puede que no vuelvan a abrir cuando esto acabe, porque los empresarios y negocios son los que más están sufriendo y remontar tras esta gran crisis no va a ser fácil para nadie.
2- Puede que no pueda ir “corriendo” como he manifestado en el título de este artículo, porque la economía de las familias también está muy afectada y tendremos que remontar. Estamos en ERTE y con mucha incertidumbre, porque no sabemos si nos recuperaremos a la vuelta.
3- Como siempre es mi opinión. Nadie me paga para publicitar nada. Además, te dejo los enlaces a sus webs donde te informan de sus establecimientos, cartas, novedades, etc.
Volverán, ¡Más Lakasa que nunca! Este anuncio en su web me motiva mucho.
Llevo comiendo allí años, casi siempre con los mismos amigos que nos lo descubrieron. La cocina es muy creativa, a veces incluso, sorprendente, pero no más que los trabajadores y los dueños. Cesar Martín y familia consiguió darle un toque muy personal y acogedor y no solo al tema culinario.
A pesar de cambiar de local hace unos años por uno más amplio, lograron conservar ese ambiente de una gran familia. Una vez más se constata que son las personas las que hacen el ambiente no lo material.
Pienso que es el primer restaurante al que volveremos, eso sí con nuestros amigos de siempre para brindar y degustar un delicioso fiambre de callos, arroz con atún viviente (creo que ya no está en la carta) y otros platos inolvidables. En fin, lo que nos pongan, está todo siempre delicioso y Cesar siempre acierta con las recomendaciones. Al fin y al cabo, quien mejor que el propio creador para conocerlo.
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| Pulpo a la gallega de Xentes |
XENTES
Es mi gallego preferido desde hace más de veinte años. Situado en la Latina, mi antiguo y añorado barrio. Es ideal para tomar el aperitivo, para tapear, para celebrar, para sentarte en mesa. ... Depende de la ocasión. Cocina gallega clásica, con el mejor producto.
Quizá un poco ruidoso, y es que es difícil no encontrarlo siempre lleno hasta los topes. Puedes empezar con buenos entrantes de mariscos y probar su buenísima empanada, Seguir con carne o pescado, pero siempre dejar un hueco para el postre, porque es pecado perderse su tarta de Orujo.
No sé cómo me las apaño, el caso es que siempre que vuelvo a la Latina tengo que visitarlo.
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| Zamburiñas a la planca de Okafu |
Lo sé, otro gallego… se me ve el plumero 😊
Hay varios en Madrid, yo he probado dos, pero me quedo con el primero que conocí, el que está en la calle Jorge Juan. Se supone que la cocina es la misma, pero te aseguro que no, hay algo diferente, un toque especial. Además, el ambiente y la decoración son diferentes.
Fijaros lo que se puede conseguir con buen marketing: Lo conocimos paseando por Madrid, un domingo el verano pasado. Decidimos sentarnos en su terraza a hidratarnos. Junto con la bebida nos trajeron una pequeña cazuela de arroz negro, que estaba buenísimo (estás tapas tan elaboradas no son normales en las terrazas madrileñas, que suelen dejar como mucho unas patatas fritas o aceitunas). Otro fin de semana que andábamos por allí, repetimos. Esta vez fue una cazuelita de fideuá deliciosa.
A partir de ahí, ya hemos ido a disfrutar de su cocina en mesa solos y con familia, por lo menos seis veces. Estamos un poco enganchados…
Restaurante de bario, en el que uno se siente muy a gusto. Sobre todo, en su terraza y en primavera y otoño.
Quizá sea de los que siguen activos, porque tenían servicio a domicilio.
Es especialista en pollo a la brasa, pero han sido capaces de rodear al pollo de grandes amigos: entrantes deliciosos como sus croquetas o alitas de pollo picantes, variedad de ensaladas, hamburguesas a la parrilla para chuparse los dedos y también carnes distintas, para aprovechar la lumbre.
Todo acompañado de buen vino y cerveza … gallega.
No lo conozco. Te preguntarás ¿Y porque lo incluyes en tu lista de restaurantes prioritarios a los que ir? Porque me lo aconsejo un amigo, que sabe de mi dificultad de encontrar restaurantes compatibles con mis intolerancias y estaba a punto de ir, cuando declararon el estado de alarma y nos metimos todos en nuestros hogares. Así que me quedé con las ganas.
Son especialistas en intolerancias alimentarias, celiaquías y otras dietas especiales.
Y os prometo, en plan Scarlett O’Hara en Lo que el viento se llevó, que en cuanto nos dejen voy a conocerlo.
Que un restaurante se defina por tener en cuenta las intolerancias, alergias y demás complicaciones alimentarias de las personas y por lo tanto posibles clientes, merece mucho la pena.
Que ya os conté en el post de Ser intolerante en confinamiento, que ha habido veces que no he podido comer e ir a un restaurante y que no te den de comer es muy duro.
Ya os contaré en cuanto vaya.
Y hasta aquí mis cinco propuestas para después del desconfinamiento. Os iré contando si mis planes se hacen realidad.
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Buenos días Gracia, me gusta mucho este artículo,y quizás vaya a visitar alguno de estos restaurantes cuando acabes el confinamiento.Gracias.Besos.Y quédate en casa que todo va a salir bien.
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