De unos años a esta parte mis amigas y yo
quedamos para celebraciones, encuentros y demás en restaurantes, cafeterías,
bares y otros establecimientos madrileños de los que vale la pena conocer. Nos
salió espontaneo y la verdad es que es genial porque en la capital hay tanta
variedad que sin repetir conoces sitios espectaculares.
En esta ocasión celebrábamos el cumpleaños de
una de ellas que nos remitió enlace de dos restaurantes con una pinta muy
buena, al final se decidió por WELKHOME club. Tenía muy buena puntuación y en
seguida entiendes el motivo.
Originalidad y buen
gusto.
Puerta de entrada en. Bienvenidos |
Por supuesto no es un sitio tan oscuro y
“peligroso”, todo lo contrario, está decorado e iluminado con muchísimo gusto y
de forma muy agradable. ¡Además, tuvimos mucha suerte porque nos tocó el sofá
rosa!!!! Un rinconcito de lo más acogedor y glamuroso que combinaba con
nosotras, todo hay que decirlo, porque íbamos vestidas para la ocasión.
Vino al peso.
Uno de los “platos fuertes”, por utilizar una
expresión que pegue, es que venden alcohol al peso. Nosotros no terminamos con gin-tonics
ni nada parecido (por cierto, tienen una mesa con todo tipo de chuches, frutos
secos, frutas, etc., para hacerte los cocteles como mejor te parezca y esto me
recuerda a un amigo que dice que los gin-tonics últimamente parecen
ensaladas...) aunque sí que acompañamos la cena con vino, al peso. Esto es que
te traen la botella, la pesan en un peso ideado para ello, la abren y te la
dejan en la mesa, cuando terminas la vuelven a pesar (le ponen el corcho, lo
cual me parece un detallazo) y te cobran la diferencia, que es lo que has
consumido exactamente.
Salón del WELKHOME club |
Como todo, aunque es distinto y se supone que
consumes exactamente lo que quieres, sin embargo, al final la tentación de
tener un excelente vino de Rivera cerca.... quizá bebas más de lo que tenías
pensado. Detallar que la cerveza por ejemplo no es al peso, si no en tercio y
por unidad.
La carta y lo
mejor, los camareros.
Decidir que comer cuando más de una tiene
intolerancias, además distintas, y queremos compartir es complicado
normalmente, pero la verdad que tengo que decir y probablemente, fue lo mejor
de este restaurante, que los camareros que nos atendieron nos ayudaron
muchísimo.
Por supuesto la carta, también en tableta,
nada de papel, especifica el tema de alérgenos, es totalmente obligatorio en
nuestro país, pero a veces quitando ingredientes o poniéndolos aparte puedes
comer ese plato que creías que podía darte alergia.
Baño |
Nuestra camarera no solo se tomó mucho tiempo
en ayudarnos, si no que conocía al detalle los ingredientes de cada plato y
cuando digo al detalle no me refiero a que fuera a preguntar al cocinero, no,
es que no era necesario, sabía hasta los ingredientes secretos, qué podían
ponernos aparte y qué no porque se cocinaba conjunto, qué llevaba cada salsa,
etc.
Al ver la carta en una tableta, ves la foto
de todos los platos, de hecho, te informan de que tal y como lo ves en la foto
es como lo presentan; es decir si ves que hay tres unidades, es que lo sirven
con tres unidades, etc.
El nombre de los platos ya te da una pista de
lo originales que son: Salmon Swing, Bonito Tú, FrankGehrytos, Vitello, Endivia
Sana, Los Taco-nes de Roci, Naranja Buffalo, ... De la comida solo os voy a
decir que hacía mucho que no tomaba una cecina tan buena, que hacen un exquisito
guacamole casero y que no os podéis perder los postres.
Mi recomendación.
Además de restaurante se presenta como
Afterwork y lugar para celebrar eventos. No es muy grande, hay buen ambiente y
buena sonorización. Los baños están limpios (esto no es muy habitual en nuestro
país) y como ya os he adelantado la comida está exquisita y la atención del
personal es lo mejor del lugar.
Me ha encantado, sin duda iré a conocerlo, tiene muuuuyyyy buena pinta. Gracias
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