De unos años a esta parte Madrid
se ha llenado de terrazas de altura. Influenciadas por las terrazas de Nueva
York, hoteles, centros comerciales y edificios emblemáticos han adaptado sus
últimos pisos y los han convertido en restaurantes y bares de copas muy cool,
con vistas más o menos espectaculares y que llenan todos los veranos.
Y es que apetece mucho tomarte
algo al aire libre sin tener que compartir espacio con coches y viandantes.
Porque seamos sinceros, sentarte en una terraza a pie de calle en Madrid no es
precisamente, lo más relajante del mundo.
Hace tres veranos mis amigas y yo
emprendimos la empresa de descubrir todas las terrazas de nuestra ciudad y está
siendo una aventura apasionante e interminable, porque cada año abren alguna
nueva. En esta ocasión nos decidimos a probar Puertalsol by Chicote.
Se encuentra en el
último piso del edificio de El Corte Inglés de deportes de la plaza de Puerta del Sol, así que os podéis
imaginar las vistas. Directamente al reloj de las campanadas de fin de año, por
un lado, por el otro al emblemático cartel de Tío Pepe, con todos los edificios que rodean el kilómetro cero de
la ciudad en los que se encuentran, la comunidad de Madrid, el edificio en el
que se sitúa la tienda de Apple, etc. Resumiendo, una pasada.
Sobre el restaurante.
Nosotras fuimos a cenar y un
lunes, aun así, recomiendo reservar, sobre todo ahora que está de moda.
La oferta gastronómica es
sencilla, con muy buen producto. Por ejemplo, pedimos ventresca con tomate,
trajeron un plato ondo con tacos de tomate y trozos de ventresca, como los
prepararías tú en tu casa, sin florituras, eso sí la ventresca estaba exquisita
y el tomate es de lo mejor que he comido últimamente, sabía a tomate de verdad
¿Entiendes lo que quiero decir?
Otro plato muy recomendable son
las alcachofas, solo venían tres, pero muy grandes y exquisitas. Pero por
ejemplo no acertamos con el pulpo a la brasa, estaba demasiado duro y vino
frío.
...y llegó el viento del norte.
La anécdota la tuvimos ya con el
último plato. Era un día de julio en plena ola de calor y de repente sin motivo
aparente, se levantó un viento potente, que alzó todos los manteles, tiró
copas, floreros... cristales por todos lados, servilletas volando, ... ¡un
desastre!!!!!
Me recordó la película de Chocolat en la que una bellísima
Juliette Binoche cambiaba de ciudad cada vez que el viento del norte aparecía,
pensaba que era su madre quien la indicaba que debía partir, al final se quedó
con Johnny Deep, lista que es :) (espero no haberte hecho spoiler, es decir
haberte destripado la peli, hablamos de un peliculón del 2000 ¡¡¡quién no lo ha
visto!!!).
El caso es que, como nosotros no
teníamos nada parecido a Deep, no nos quedamos ;). La verdad que, entre el
frío, el pulpo algo duro y que ya era tarde no nos quedaron muchas ganas.
Tengo que decir que los camareros
reaccionaron estupendamente, con mucho humor y agilidad. Fue un momento de sonrisas y complicidad con
ellos, de los que te llevas de recuerdo.
Mi recomendación:
Depende si aciertas con la
elección, aunque en general el producto es bueno. Muy buen trato y las vistas
ya os he comentado que ¡espectaculares!
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Me apunto esta terracita. Un besico
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