Ahora que estamos inmersos
en esa festividad cervecera que es el Oktoberfest, os cuento mi
visita a Múnich, ciudad donde esta celebración se vive por todo lo alto.
Ya os adelanto que es una de
esas ciudades en las que no me importaría vivir durante un tiempo. Tiene todo a
mano. Jardines inmensos para pasear, hacer deporte, tomarte una buena
cerveza..., barrios animados tanto de día como de noche y personas amables y
correctas que te hacen el día a día más llevadero.
Continúo con mi viaje de
este verano. Empezamos en Viena, te lo cuento aquí: Viaje a Viena en dos días y
medio,
nos trasladamos a Salzburgo, en este post puedes leerlo: Un día en Salzburgo y nos fuimos desde allí el
tren (En tren por Austria) hacia Múnich (Baviera,
Alemania).
Nos esperaban cuatro días
estupendos en una ciudad que de verdad os digo que merece mucho la pena.
También os aconsejo que, si vais
más de tres días, como hicimos nosotros, os cojáis alguna excursión, porque os dará
tiempo de sobra. Nosotros fuimos a ver los castillos del rey loco, pero
eso te lo contaré más adelante.
Si te organizas un fin de
semana, puedes ver la ciudad y vivirla perfectamente, porque excepto quizá el
Palacio de Nymphenburg, prácticamente todo lo interesante está muy
cerca y como yo digo, es una ciudad muy recogidita.
Llegada pasada por agua.
Llegamos un martes por la
tarde de finales de agosto y caía el diluvio universal…. parecía que nos estaban
echando cubos de agua encima. Esto desanima, pero fue solo la bienvenida.
Afortunadamente el resto de los días nos hizo tiempo otoñal, de lujo.
Qué ver en Múnich.
Empezamos a recorrer la
capital de Baviera por el centro,
visitando la Marienplatz. Ese fue nuestro punto de
partida el resto de los días. Allí se encuentra el antiguo y el nuevo ayuntamiento, solo la arquitectura del
edificio es impresionante, también subimos a su torre para ver desde arriba las
vistas de la ciudad, no aptos para personas con vértigo, ni para personas “grandes”,
porque es una torre muy estrecha y pequeña y aunque controlan que haya un
número de personas limitado, agobia bastante. Además, tiene un carillón, un poco largo de duración para mi gusto, pero es que salen figuras
y representan la historia de la ciudad…y eso lleva su tiempo.
El Nuevo ayuntamiento de Munich |
Para llegar a
la plaza atravesamos una de las puertas de la muralla, la de Karlstor. Quedan tres de las cuatro en pie
y muy bien conservadas (como para volver al hotel teníamos que salir por la que
era la antigua muralla que rodeaba Múnich en la época medieval, al final las
vimos y atravesamos todas: la puerta de Isartor y la de Sendlinger Tor). Desde allí recorrimos calles
comerciales muy animadas a todas horas, iglesias y otros monumentos.
La visita más
larga para la que hay que echar prácticamente toda la mañana es la de la Residenz o Palacio real, fue la residencia oficial de la
monarquía bávara desde el siglo XVI hasta el XX. Hay tres posibilidades de
entradas, nosotros cogimos la triple, así que pudimos ver el Palacio, el tesoro
(museo) y el Teatro Cuvilliés. Eso sí tener
en cuenta que en el Palacio puedes estar mínimo 3 horas y os aconsejo las audio
guías. Vale mucho, mucho la pena. Sin embargo, el teatro lo ves en diez
minutos, lo que no quita que sea una preciosidad.
Teatro Cuvillés |
Para comer nos atrevimos a introducirnos en la Cervecería
Hofbräuhaus. Y digo lo de atrevernos porque estaba hasta los topes, pero
milagrosamente encontramos sitio en una mesa que se quedaba en ese momento
libre. Mucha música, ambiente festivo, camareros eficientes y comida típica
babara, aliñada con cerveza alemana de su propia marca, claro, porque se trata
de una antigua fábrica de cerveza reconvertida en restaurante. Me recordaba a
la fábrica de la Estrella Galicia en A Coruña, pero la alemana
mucho más grande, más llena y con más ambiente musical (en España ponemos tele
y fútbol… somos así, los alemanes, ponen músicos y los comensales aplauden,
bailan, ríen… toda una fiesta…)
Además de que esta cervecería está muy céntrica,
abre ininterrumpidamente desde las nueve hasta las once de la noche…. Y nos han
contado que durante el OktoberFest está más llena todavía... difícil de
imaginar.
Destacar también la Iglesia de San Pedro, el
templo católico más antiguo de Alemania. Estaban restaurando la fachada así que
las fotos no quedaron muy bien, pero pudimos verla perfectamente por dentro.
Sitios al aire libre muy recomendables.
Tuvimos suerte de que nos hiciera al final, tan
buen tiempo, porque pudimos disfrutar mucho al aire libre:
Lo que más nos gustó:
El mercado de Viktualienmarkt, situado en el casco antiguo, cerca de la Marienplatz (bueno todo está
cerca, como ya os he dicho todo está muy recogidito). El mercado además de los
puestos típicos tiene terracitas para beber y comer lo que compres allí.
English Garden |
El jardín Englischer Garten o Jardín Inglés. Una pasada, de grande, y de
bonito. Para mí uno de los jardines más impresionantes ¡Creo que podría superar
al Central Park en mi lista de jardines! Allí te esperan lagos, bosques
y esculturas, amplias zonas verdes y por supuesto una cervecería tamaño
inmenso, con mesas para aburrir y una organización en las barras digna de
admirar( biergartens).
Quizá es lo que este más apartado
del centro en Múnich. Con todo eso nosotros fuimos andando, porque nos gusta
conocer la ciudad a pie. Eso sí echamos más de una hora de camino de ida y otra
de vuelta.
Jardines del Palacio de Nymphenburg |
Fue la residencia
de verano de la familia real de Baviera. Els un palacio enorme y lo más
importante es que se conserva fenomenal. Para visitarlo hay que echarle un par
de horas al menos. No por el interior que se ve rápido, si no por el bosque y
los cuatro palacetes (Pagodenburg,
Badenburg, Magdalenenklause, Amalienburg ) y el templo neoclásico
Monopteros, que allí se encuentran. Hay que caminar de uno a otro y echarle su
tiempo, ya que las distancias son largas (recordad que los jardines en Alemania
están hechos a lo grande). Merece la pena y además si hace un buen día,
disfrutas de la naturaleza. Por último y antes de salir en el edificio de la
derecha se encuentran las caballerizas. Lo más interesante aquí es ver las
carrozas que utilizaron a lo largo de muchos años, como evolucionaron y la
extravagancia de las que pertenecían al Rey Loco... sí, os debo hablaros de
este personaje y sus castillos, pero como no quiero que este texto se haga muy
largo, lo dejo para próximos capítulos.
Viaje a Munich
(1ª Parte) – Agosto 2019
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