Como os comentaba
en la entrada de Viaje a Viena en dos días y medio, nos desplazamos en tren hacia Salzburgo para
continuar nuestro viaje turístico. Llegamos sobre las 12 del mediodía y nos
fuimos camino a Múnich al día siguiente a las cinco de la tarde, así que estuvimos
poco más de un día. Para conocerlo es tiempo suficiente, porque es una ciudad
espectacular, pero pequeña.
Getreidegasse |
El viaje a Salzburgo
en tren de alta velocidad son dos horas y veinte minutos, más o menos. Por
comparar como si fuéramos de Madrid a Sevilla o viceversa.
La ciudad.
Lo que creo que la
hace tan especial es que está rodeada de montañas y le atraviesa un enorme rio,
el Salzach ¿Os imagináis lo espectacular? Os dejo a lo largo de este pos
algunas fotos para que os hagáis una idea.
Qué es lo primero que hay que visitar.
Yo creo que la Fortaleza Hohensalzburg,
por “quitársela de encima” jejeje, aunque todo depende, porque al día siguiente
puedes tener unas agujetas de campeonato. Hay dos opciones subir la colina por
una cuesta tremenda o por una escalinata interminable, aunque llegan los dos a
un punto común a partir del cual no hay más remedio que subir, al paso que cada
uno pueda. Para que os hagáis una idea ese día la información de mi pulsera de
actividad fue que había subido 69 plantas ¿Qué os parece?
Eso sí cuando
llegues allí y veas las vistas, todo va a merecer la pena (esta vez sí que es
la pena y no la alegría).
Una de las vistas desde la Fortaleza |
Allí arriba además
de las vistas, puedes ver una fortaleza muy bien conservada, alguna exposición
sobre marionetas, dedicada a los niños fundamentalmente y tomarte algo en la
terraza del bar con vistas a la ciudad.
Salzburgo tiene más monumentos además de la
fortaleza.
Por supuesto, la casa natal de Mozart que se encuentra
en una de las calles más
bonitas que jamás había visto Getreidegasse, su Catedral, la plaza de la
Residencia con su imponente fuente Residenzplatz ...
Y todo esto te va a dar tiempo
a disfrutarlo tranquilamente, parando, haciendo fotos, tomándote un café, etc.
Porque está todo muy recogidito. Aunque es bueno que tras esa subida de infarto
descanses para el día siguiente.
Jardines Palacio Mirabell |
Un paseo a orillas del rio.
Que te llevará al Palacio de Mirabell y sus preciosos jardines, y al Palacio de Hellbrunn, que como toda residencia de verano está
algo apartada de la ciudad. A orillas del rio también puedes encontrarte alguna
tienda chula de ropa original... ¡qué le voy a hacer cuando encuentro algo
distinto, allí que voy!
¿Dónde comer y cenar?
Residenzplatz |
Descubrimos que está de moda la comida Orgánica y yo comí un gulasch
orgánico... ¡¡¡toma ya!!! Estaba muy rico, pero creo que más bien por la receta
y no porque fuera orgánico. Por primera vez en el viaje me pusieron un Earl Grey
del bueno. Conocí también una bebida llamada Hugo Sprizzel, que es una especie de tinto de verano pero con vino
blanco y hierba buena. Y nos recomendaron en el hotel un restaurante de comida
típica que fue todo un acierto, comí unas salchichas como embueltas en jamón y
baicon ¡¡¡espectaculares!!! (como veís todo de dieta jajaja)..
La verdad que restaurantes hay muchos, cafeterías y
bares para tomar algo también, así que hambre no deberías pasar.
Poco más nos dio tiempo a disfrutar en Salzburgo, una
ciudad pequeña, pero con mucho encanto.
Preciosa vista del rio |
Volvimos a coger el tren hacia Múnich y precisamente
sobre los trenes y las estaciones me gustaría contaros alguna cosa, porque me
ha encantado su modelo, pero para no hacer esta entrada muy larga os la dejo aquí:
En tren por Austria.
Viaje a Salzburgo.
Agosto 2019.
Artículos
relacionados:
Ahora tengo ganas de ir a Salzburgo, qué lo sepas.
ResponderEliminar