Alicia

Estaba claro que hiciera lo que hiciera, siempre estaba mal. Nunca sabía cómo acertar.  Si terminaba un trabajo pronto porque era demasiado pronto, si lo terminaba tarde, porque no estaba a tiempo, si tenía iniciativa, quién se creía que era tomando decisiones, si preguntaba, que si había que tener más iniciativa que no podía resolverlo el todo... Inútil, le había llamado inútil ¿Porqué tendría que aguantar esto? El Sr. Rupérez era el inútil, no ella ¿Qué culpa tenía ella de qué la nueva administrativa no haya llegado a la entrevista? A lo mejor se ha arrepentido y no quiere trabajar aquí, no me extraña, yo tampoco quiero trabajar aquí.

El teléfono no paraba de sonar y Alicia estaba empezando a ponerse nerviosa ¿dónde demonios se ha metido la Marily esa? Nunca está en su sitio. Se levantó resignada y cogió el teléfono-

-         Sí ¿dígame?... ¿Felipa García? No, aquí no trabaja ninguna Felipa García... ¿Está seguro? Espere que viene la recepcionista y la voy a preguntar. Marily, preguntan por una tal Felipa García ¿conoces a alguna?

Vaya humor que tiene esta hoy, la aspirante a modelo ¡no te digo! Pues no que me ha cogido el teléfono con unos aires...

-         Sí dígame...sí, soy yo...

¿Soy yo? ¿Se llama Felipa García? No me lo puedo creer. ¡Menudo bombazo! Esto lo cuento yo en la comida. No, no, no puedo esperar a la comida, ahora mismo llamo a Lola.

-         Lola ¿estás liada? ... a que no sabes quién tiene nombre artístico en la oficina... ¡Ups! luego te llamo.

Alicia colgó el teléfono y esperó a que la mujer de rojo desapareciera por el pasillo, para acercarse a Marily.

-         Marily ¿estás bien?

-         Sí, sí, perfectamente.

-         ¡Venga ya Marily! ¡Si estás llorando! No es para tanto mujer, tampoco es un nombre tan feo. Tú no te preocupes que aunque he tenido tentaciones... de aquí no sale...  ¿Quieres dejar de llorar?

-         Si no es por mi nombre, Alicia.

-         Bueno y entonces ¿Qué te pasa?... Anda coge el abrigo, vamos a la cafetería... ¡Venga mujer, muévete! Como te vea el Sr. Rupérez llorando en la entrada lo vas a poner de mal humor para toda la semana.

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