El pasado puente o mejor dicho, fin de semana largo, parece que todos los habitantes de Madrid quisieron ir al centro y tuvieron que cerrar las entradas a la puerta del Sol, tanto por trasporte público como privado. No tuve el “placer” de vivir ese momento ya que me fui fuera, pero sin duda lo hubiera vivido en primera persona de haber estado, ya que es uno de mis destinos preferidos, por los que de una u otra manera acabo pasando durante el fin de semana. No recuerdo que este encuentro masivo e improvisado haya ocurrido antes, me he quedado bastante sorprendida.
Entiendo que además de ver el árbol de navidad, que este año es más bien feúcho y bastante soso, las miles de personas que se desplazaron al centro de la capital querrían ir de compras, adelantar los regalos de navidad casi seguro. Yo este año he sido bastante previsora y ya tengo algún regalo comprado y otros pensados, pero cada año se me hace más difícil.
Esto te hace pensar en lo consumistas que se han hecho estas fechas, cada año se superan, haya crisis o no, y no tiene pinta de cambiar. De cualquier forma el problema de los regalos se tiene siempre, hay muchas fechas para regalar, cumpleaños, aniversarios, etc.
Quiero regalar cosas útiles, necesarias y que no tengan y eso es tremendamente complejo, porque todos tenemos de todo. Nos sobran cosas y sobre todo cosas inútiles.
Los comerciantes y las distintas empresas son conscientes de ello e intentan ayudarnos en nuestro dilema ¡que considerados! Un buen ejemplo podría ser el de las cajitas que en estos últimos años han proliferado. Las hay de distintas marcas y temática. Puedes regalar un fin de semana rural, una cena romántica, un día de Spa... me parece una excelente idea.
Suelo pensar en las aficiones de cada uno y así poder cubrirlas. Regalar una entrada para ese concierto que sabes que quiere ir, esa peli que le encanta o incluso productos con los que sabes que vas a acertar, tés, aceites, vino. Un viaje, es un regalo que a mí personalmente me haría ilusión, aunque se dispara el presupuesto. Las cremas y perfumes que sabes que utiliza, regalo práctico donde los haya, música, libros,..., en fin dicen que la intención es lo que cuenta.
La pregunta que más temo es esa de ¿Qué te regalo? ¿Qué necesitas? Necesitar, necesitar nada, esa es la realidad. Aún así soy una chica "fácil" de contentar y cualquier trapillo o complemento me hace feliz, además soy de las que me pongo todo, me gusta variar, así que siempre me hace ilusión un nuevo sombrero, unos pendientes, un vestido, unos guantes, pero claro entiendo que los demás quieran ser más originales.
Los regalos más útiles que me han hecho son los tecnológicos, es cierto lo de que te facilitan la vida, y de qué manera. Mis hermanos, por ejemplo, acertaron hace ya unos años con un ipod estupendo que sigo llevando a todas partes lleno de música, mi chico acierta muy a menudo y siempre regala cosas útiles, un lector Daisy, una lupa electrónica impresionante para leer (que se merece una entrada en este blog para ella sola), un ipad, un móvil nuevo... Si, al final le tecnología gana por goleada.
Hay que rebanarse los sesos para intentar ser original y útil, no perdamos de vista que queremos regalos útiles. Así que ¡echarme una mano por favor! admito todo tipo de sugerencias. Gracias.
Aprovecho para felicitaros las navidades ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
ALRAUNE.
ResponderEliminarCreo que hay demasiado consumismo y se gasta demasiado en regalos que a veces no son acertados, o que la persona que los va a recibir no le va a dar aprecio.
Por otro lado, también hay gente poco original que no sabe qué regalar porque no se esfuerza en conocer los gustos de la persona agasajada. De ser así, no sería demasiado difícil dar en la diana. Con eso de que lo que cuenta es la intención, juegan al todo vale.
Hay veces en las que sería mejor no gastar tanto y con la diferencia de lo gastado hacer algo positivo. Tampoco hay que gastar tanto para quedar bien. Se trata de un detalle, ¿no?
La verdad que mucha gente hace regalos por compromiso, pero no se molestan en pensar que pueden necesitar o qué les puede gustar
ResponderEliminarYo soy de las que prefiero un regalo modesto, pero con cariño que algo fastuoso, sin ese mismo cariño. Anyway, soy de las prácticas, y prefiero regalar cosas útiles, y sí efectivamente la presión de la obligación no es nada buena... Me gustan los regalos espontáneos :), simplemente porqué sí, porqué esa persona se ha acordado de ti... Isabel L.
ResponderEliminarEstoy contigo, Isabel. Prefiero regalar algo un día sin venir a cuento que algo por obligación al ser un día señalado. Es mucho mejor sorprender a la persona cuando menos se lo espere. Besitos. Eva
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