Las frustraciones y los buenos propósitos

Es muy dura la vuelta a la rutina tras semanas de actividades distintas y variadas, desórdenes horarios, falta de disciplina y mucha actividad de ocio ¿verdad?

Se hace cuesta arriba volver a realizar los ritos habituales que creíamos olvidados, a madrugar, a hacer el monótono  camino todos los días, ver las mismas caras de mal humor en el metro, en fin la vuelta a los  hábitos del frío y largo invierno, a la cruda realidad (expresión que utilizo para dar un poco de dramatismo a la entrada de hoy porque la realidad de todos es estupenda, de cruda nada ¡¡¡eh!!!).

Dicen que lo mejor para combatir esta “vuelta al Cole” es programar actividades de ocio en los tiempos libres, hacer cosas distintas todos los días, para que no se haga tan duro. La verdad que si uno tiene tiempo es lo mejor y si no tiene tiempo, lo que tiene es un problema que hay que solventar cuanto antes. Hay que distraerse y ser consciente de que tienes una vida enriquecedora, más allá de tus deberes profesionales.

Te llene más o menos tu carrera profesional, está claro que desconectar y hacer cosas distintas es formidable para tu estado de ánimo. Eso lo saben bien las editoriales y demás industria, que en estas épocas, septiembre y enero, no paran de bombardearnos con sugerencias para convertirte en un coleccionista consumista adicto a toda clase de miniaturas y demás inventos que no sirven para nada y no sabes dónde meter, de eso estoy segura ¡No tienes espacio, olvídalo!

Es el momento perfecto para hacer una lista de los buenos propósitos que no vas a cumplir en todo el curso, pero que te hacen ilusionarte con la posibilidad, léase: ir al gimnasio, aprender chino, tocar la bandurria, salir todos los días temprano del trabajo, comer sano, etc, etc, etc.... ¿Quién no ha vivido este momento tan emocionante? Pues sí, lo malo es que dura como mucho, un mes, o a veces depende del propósito, una semana.

Lo más recomendable para evitar que en octubre estemos totalmente frustrados, por un lado por no haber conseguido el cambio que deseábamos y por otro porque no somos capaces de gestionar nuestro tiempo libre de forma eficaz, es proponerte metas pequeñas y alcanzables y sobre todo buscarse algún entretenimiento que no implique una disciplina, diaria o semanal, que es probable que no puedas seguir. Lo de las metas lo veo bastante factible, porque si hoy te propones cenar fruta o irte el fin de semana a hacer senderismo a la sierra, seguro que lo haces, ahora como te propongas cenar fruta todos los días e ir a la sierra todos los  “finde”, la llevas clara porque es una meta totalmente imposible de seguir, aunque nunca se sabe lo constante que puede llegar a ser una persona.

¿Tenéis algún proyecto para este curso?  No seáis tímidos y contarme cuál es. Por ejemplo, “leer el blog de QUEGRACIA todas las semanas :)”.

Lo difícil no es buscarse un pasatiempo, que seguro que hay miles de cosas que te gustan: el baile, la música, el cine,... lo complicado es encajarlo en tu día a día ¿verdad? Pues no queda otra que hacerlo, porque la vida hay que vivirla y más allá de madrugones y oficinas, hay una ciudad llena de vida, hay amigos y familia esperándote para charlar u compartir ratitos contigo, cines y teatros deseando que compres entradas, parques por descubrir,... en fin oferta hay vivas donde vivas. Es cuestión de programarse, así que manos a la obra,  ánimo y ¡¡¡que ganen los propósitos a las frustraciones!!!

¡Feliz curso 2013-2014!