Qué libro más bonito, qué versión cinematográfica más acertada y que verdad hay en el título.
Era una señora mayor, con el pelo gris recogido en un moño, de estatura media y delgada, aunque no recuerdo que llevaba puesto, creo que porque era tanta su personalidad que lo demás carecía de importancia. Se acercó y con voz dulce y una elegancia exquisita, me preguntó la hora. Mientras la vi alejarse pensé, “de mayor quiero ser como ella”. No he vuelto a verla, pero la recuerdo en muchas ocasiones.
Dicen que la elegancia es inherente en algunas personas. Forma parte de ellas desde siempre, por eso se siente tan natural, tan espontánea. La trasmiten.
Pero ¿qué es para ti exactamente la elegancia? Es Nati Abascal una mujer elegante, por poner un ejemplo en el que parece que todo el mundo está de acuerdo.
Para mí son dos cosas distintas- La elegancia, es mucho más que vestir caro y acorde a las “reglas”. Para mí es actitud, comportamiento, saber estar, decir y actuar en ciertos momentos. La elegancia se nota en tus movimientos, en tu forma de hablar, de escribir, de enfrentarte a la vida.
Dicen que se nace, yo opino que también se educa y sobre todo se elige.
Desde pequeños imitamos a nuestros padres, hermanos y personas cercanas, nos comportamos como los modelos que tenemos y vamos empapándonos con nuestra propia personalidad de lo que los otros nos van dejando. Cuando llegamos a una edad, elegimos. Elegimos con qué nos quedamos y que no queremos. Claro que hay herencias genéticas, no elegimos el color de nuestros ojos por ejemplo, eso lo heredamos, pero sí optamos por sonreír o gruñir, decidimos si preferimos alzar la voz o expresar nuestras opiniones armónicamente, si nos comportamos justamente o queremos pisotear a los demás.
La elegancia se hace, no solo se nace y se puede elegir también, estoy convencida de ello.
No es más elegante una persona con dinero que otra que no lo tiene. Ni una persona con miles de carreras y másteres que otra sin estudios. La elegancia va más allá de modas, estatus sociales y posiciones. Esto lo expresa estupendamente Murial Barbery en su obra.
El otro tema es el de las personas a las que la ropa les queda muy bien, curiosamente cuanto más cara, mejor les queda, pero esto es otro tema. ¡Ojo! no les quito mérito, que saber vestir y combinar es un arte que a mí me apasiona y valoro mucho a las personas con esa cualidad, pero la elegancia va mucho más allá.
¿Cuántas personas elegantes conocéis?
Por cierto me han preguntado cómo ver entradas anteriores, en el menú de la derecha podéis verlos todos, por meses. Gracias por leerme.
WIGELUS- ANGELINE
Por cierto me han preguntado cómo ver entradas anteriores, en el menú de la derecha podéis verlos todos, por meses. Gracias por leerme.
WIGELUS- ANGELINE
ALRAUNE.
ResponderEliminarLa elegancia y las buenas maneras van en la persona, no en el statuts que ocupe según el dinero que tenga. Hay gente que no tiene donde caerse muerta monetariamente hablando pero tiene un saber estar que más quisieran muchos... también consideraría hablar sobre el estilo personal de cada uno, que puede no coincidir con lo que se suele llamar elegante, pero ves a alguien que va con una imagen distinta, sin embargo, le queda como un guante.
¡Me encanta Muriel Barberry! y "La elegancia del erizo" es uno de mis libros favoritos! Sí me gusta que rasque y no se quede en lo superficial, porque elegancia no va ligada a dinero, ni másters varios como bien dices. En cuanto a la canción, aunque tengas la cabecita ya en Wigelius, te hubiese venido a cuento "Con elegancia" de Loquillo ;). Isabel L.
ResponderEliminarA ver cuándo tengo tiempo de leerme el libro y ver la peli, es mi asignatura pendiente :-) Totalmente de acuerdo con lo que decís y con respecto a cuántas personas elegantes conozco, la persona que realiza este blog tiene una gracia y una elegancia como pocas que conozco :-)
ResponderEliminarBesitos. Eva
Estoy de acuerdo con todo lo dicho,pero yo añadiria otro dato, sobre la elegancia. Elegante es aquella persona que se ponga lo que se ponga todo le sienta bien, porque va con su forma de ser y puede llevar lo que sea,que seguirâ trasmitiendo ese punto de elegancia.
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