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martes, 20 de agosto de 2013

A la caza del mosquito grodo

Mosquitos, pequeños, casi imperceptibles durante el día y muy ruidosos durante la noche.
En el silencio absoluto de la madrugada, ni grillos se escuchaban, tan solo un leve y molesto zumbido... Un mosquito da vueltas por la habitación, entre picotazo y picotazo. Cuando el descanso lo veía prácticamente una utopía tomé la decisión: Me armé de paciencia y decidí que no saldría vivo de allí.
Lo primero acorralarlo. Cerré puerta y ventana y esperé darle caza pronto porque el calor iba a ser insoportable en pocos minutos.
La elección del arma fue complicada. Una almohada o cojín, eran demasiado grandes y aparatosos. Poco más tenía a mí alcance, así que opté por un clínex ¡vaya, paquete vacio! siempre me pasa igual, cuando los necesito se me han acabado. Como alternativa me escurrí por la puerta del baño, para conseguir algo de papel higiénico, entonces caí, ¡una toalla de las pequeñas! Perfecta para aplastar al insecto.
Lo más complicado sin duda fue encontrarlo, intenté seguir el ruido, que parecía imperceptible. Es increíble, hace un rato me retumbaba en los oídos. La habitación estaba oscura, así que verlo era misión imposible. La estancia empezaba a caldearse y yo a desesperarme.
Pero al final llegó mi oportunidad. ZASSSS, ZASSSS y veinte veces ZASSSS en distintos puntos de la pared, el armario y la puerta. Y finalmente la duda ¿lo he matado? Momentos de espera y silencio, parece que no oigo nada.
Bueno, después de la tormenta viene la calma. Me relajo, abro ventana y puerta y duermo. Mañana será otro día.
A la mañana siguiente, confirmado el mosquito debía estar bien gordito, porque tengo cuatro picaduras. Su cadáver no aparece. Sigo con la duda ¿Lo habré matado?
 Bichos, ¡¡¡aaaiiiggg!!! Es lo que menos me gusta del verano

EL VUELO DEL MOSCARDÓN- NUNO BETTANCOURT (ônvha a la derecha para saltarte la publi)

1 comentario:

  1. Olé tú que te enfrentas a él e intentas matarlo. Yo me pongo la almohada encima de la cabeza e intento dormir. No puedo enfrentarme a ningún bicho, casi todos por miedo o asco pero en el caso de los mosquitos es porque creo que es misión imposible encontrarlos y matarlos. Besitos. Eva

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