Que hoy en día una persona quiera dedicarse a la actividad política es algo que a mí se me escapa, quizá porque no me atrae en demasía ese ámbito, que además en la actualidad está bastante desprestigiado. Lo entienda o no es el deseo de muchas personas y no todas lo consiguen, porque lo que sí sé con certeza es que es un mundo muy competitivo y duro, lo que hace que muchas personas desistan por el camino. No todos valemos para ser políticos, afortunadamente.
Por eso esta noticia me ha alegrado, aunque es una alegría llena de dudas, de una persona que ya ha vivido muchos engaños y decepciones:
“El Ayuntamiento de Valladolid contará desde el próximo lunes con el primer edil con síndrome de Down de España. Se trata de Ángela Bachiller, de 29 años, que trabaja como auxiliar administrativo en la Concejalía de Bienestar Social.
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Ejemplo de esfuerzo personal y superación, Bachiller se marca como meta ayudar a las personas con discapacidad intelectual y romper las barreras que muchos ciudadanos tienen con este colectivo.”
Pues sí, es una buena noticia. Me gusta conocer el logro de una mujer que además es discapacitada, porque tiene una doble dificultad para conseguir su sueño, primero ser mujer y después ser discapacitada. Es el más difícil todavía, el doble salto mortal hacia una sociedad todavía muy machista y llena de barreras mentales.
No es la primera mujer y discapacitada que está presente en las listas de los partidos políticos, ni precursora en conseguir acceder a un puesto como concejala con discapacidad, aunque casi seguro que es la primera con una discapacidad intelectual, como es la del Síndrome de Down, bastante desconocida y maltratada en nuestra sociedad.
La meta en nuestra vida debería ser clara, uno debe llegar hasta donde puede llegar. Por supuesto enfocamos nuestro destino a donde nos gustaría y si lo logramos, pues es para aplaudir y celebrarlo. Después una ya piensa en la realidad social y política y se pregunta una serie de cuestiones, que probablemente solo el tiempo podrá aclarar: ¿Está en las listas por aparentar o realmente creen en su valía? ¿Van a dejarla trabajar o simplemente estará de “florero social”? ¿Es una cuota o una realidad? Y lo más importante ¿Sabe dónde se mete?
Me gustaría pensar que sí. Que sabe dónde está, lo que puede conseguir y que su valía es la que le ha hecho llegar hasta allí. Lo espero de todo corazón, porque efectivamente entonces es cuando esta noticia tiene el grado de importancia que se merece. Cuando realmente es un paso más hacia la normalización de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la vida, como reza el eslogan de la ONCE y su Fundación. De cualquier forma es una noticia positiva, porque hay que estar visible, para que la sociedad no se olvide de que existimos.
Para más información os cuento que sustituye a un compañero que “renunció hace un mes al sillón municipal al ser citado como acusado por delitos de cohecho y prevaricación urbanística en el juicio del denominado caso Arroyo de la Encomienda”. Lo que yo decía al comienzo: No todo el mundo vale para ser político.
GOTTHARD- LIFF U UP
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