Esta mañana he visto un cartel pegado en el ascensor de mi bloque firmado por el administrador. Nos informan de que instalarán una pantalla en la comunidad para quien quiera pueda bajar a ver la final de la Champion y así pasar una tarde de convivencia vecinal. Se me han puesto los pelos de punta y me he inspirado para escribir esta entrada (no hay mal que por bien no venga).
Cuando trabajaba de organizadora de diversos eventos, entre ellos tertulias de jóvenes y mayores, tomamos la decisión de hacer algunas reglas, llamémoslas de convivencia, en torno a los temas de conversación.
Así es, teníamos un listado breve de asuntos que no podían tocarse de ninguna de las maneras: La religión, la política y el fútbol.
El motivo estaba totalmente justificado y era sin duda, en beneficio de todos. Estas tres cuestiones son peligrosas. Tienen la cualidad de transformar a las personas en intransigentes, cabezotas y de mal humor, a veces hasta atraen a la violencia. Siempre ocasionan conflictos. Lo sé por experiencia y cuando tienes una tertulia con más de veinte personas no necesitas ofrecerles ningún conflicto, ya se encargan ellos mismos de fomentarlo.
De esto y de muchas anécdotas me acordé la semana pasada mientras viajaba en metro. Entraron dos amigos, personas adultas de unos treinta y muchos años, sonrientes y amigables. Puede que fueran amigos o compañeros de trabajo, pero parecían llevarse bien. Hasta que empezaron a hablar de fútbol... Sí, señores y señoras, ahí está el problema, el fútbol levanta pasiones, demasiadas. Lo que me quedó claro es que uno era del Barsa y el otro del Real Madrid y que el comentario que uno hizo acerca del otro equipo y en relación a la actuación de este en la liga, no hizo ninguna gracia. Solo hizo falta seis paradas de metro, para que salieran serios, malhumorados y cada uno por su lado.
Por eso cuando esta mañana he visto el anuncio en el ascensor en el que nos proponen ver la final de la Champion toda la comunidad juntita y en armonía e sonreído maliciosamente. ¡Pobres inconscientes! No saben que una cosa es reunir a toda una comunidad para ver un partido de la selección, en el que todos vamos con la roja, y otra reunir a forofos del Real Madrid y del Atlético en una final tan importante como la del próximo día 24. No tienen ni idea a lo que se enfrentan.
Yo, ya os aviso, no pienso estar presente, que los malos rollos con los vecinos luego se pagan en problemas de convivencia y no estoy dispuesta.
DEF LEPPARD - ACTION
Totalmente de acuerdo, es un riesgo mezclar a la gente. Yo, de hecho, tengo algún familiar del Madrid así que no lo veré en casa con todos. Mi hermana y yo nos iremos al Calderón a verlo que ahí sí somos todos atléticos. ¡Aúpa Atleti! Eva
ResponderEliminarNo entiendo ni entenderé la pasión futbolística, pero es así. Al pueblo pan y circo. Como bien dices son los temas tabues a evitar si no se quiere entrar en discusiones, claro qué donde acaba la libertad de algunos empieza la de otros... IL
ResponderEliminar