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jueves, 6 de noviembre de 2014

La gestión del correo electrónico.

Creo que todos estamos de acuerdo en que el invento del correo electrónico ha sido revolucionario. Nos ha cambiado la forma de vivir, pero sobre todo la de trabajar. Sin duda facilita muchas gestiones que ahora se hacen más rápidas, casi inmediatas y evita reuniones, viajes, llamadas, también nos ahorra tiempo y dinero... Todo son ventajas ¿verdad? Bueno, pues yo tengo un problema real y muy serio con el correo, de tal magnitud que todo lo anterior queda desvirtuado y lo que pienso últimamente es que el correo electrónico fue el peor invento del mundo, una herramienta que provoca estrés, malos entendidos (hay personas que todavía no saben expresarse correctamente por escrito) y cuya gestión a veces es simplemente IMPOSIBLE.
Siempre he sido una persona muy ordenada y organizada en lo referente a los aspectos laborales, llevo o intento llevar todo al día y en mi buzón de entrada nunca a habido más de 15 correos sin leer, hasta este mes de septiembre. La vuelta de vacaciones ha sido totalmente arrolladora y de repente todo el mundo quiere terminar las cosas antes de diciembre, dejar todo listo, etc. Llevo semanas con el buzón de entrada con más de cien correos, correos que hay que gestionar, contestar, leer, etc. Durante una semana he hecho un seguimiento numérico de los correos que gestiono al día; correos que recibo,  gestiono, archivo y borro. Es tal el número que finalmente he decidido no hablaros de los enviados y limitarme a los recibidos y gestionados. Ahí va el resumen de una semana de “pelea” con el correo electrónico.
LUNES: Llegar y encontrarte con 193 correos en la bandeja de entrada es frustrante. Me espera una semana dura en la que no solo tengo que gestionar esto, si no asistir a reuniones, a eventos y hacer llamadas, muchas llamadas. Al final del día, tras responder correos y guardar en las correspondientes carpetas todas las tareas realizadas, tras borrar correos innecesarios, leídos, enviados y recibidos ya gestionados, etc. Los números que os puedo ofrecer son los siguientes: He borrado la friolera de 123 correos, para mañana me quedan 157 por gestionar ¿Cómo es esto posible? Bueno yo os lo aclaro: mientras gestiono los 193 correos, siguen llegando más correos ¡¡Es lunes, qué quieres!!
MARTES: Ahora tengo 174 correos. Sí, lo sé, no es  del todo justo, pero hay personas que trabajan y envían correos por las noches.... ¿AL final del día? 201 correos gestionados y borrados, pero sigo teniendo 151 correos pendientes...
MIÉRCOLES: Me reciben con un té calentito 164 correos. Llamadas, gestiones, reuniones, visitas... al final del día no se me ha dado mal del todo, he gestionado y borrado 201 correos otra vez y me quedan pendientes 162 (bueno en realidad es como que solo 2 menos ... frustrante...)
JUEVES: Mi meta hoy, priorizar lo más urgente, lo peor de esto es perder algo que tengas que hacer con urgencia, con plazos, etc... Tengo 173 correos pendientes... solo he gestionado y borrado 125, me han mantenido ocupada un par de informes y alguna que otra llamada,  aún tengo 159 pendientes... al menos creo que ninguno urgente.
VIERNES: ¡¡¡¡186 CORREOS!!!  Esto no puede ser... Me he puesto a toda máquina, casi no respiro... he borrado y gestionado 317 correos  ¡¡bien!!! Solo tengo 110 pendientes ¡¡¡feliz fin de semana!!!!
¿Echamos un vistazo a los correos del siguiente lunes? 120. Efectivamente, hay personas que trabajan también los fines de semana.
¡¡¡Esto es inviable!!!! ¿Algún consejo? Lo sé, son rachas, De aquí a diciembre esto se calmará y volverá a la realidad, pero es tremendamente estresante.....

ALANNAH MYLES - BLACK VELVET

2 comentarios:

  1. Yo creo que el problema es que hacemos un mal uso del correo electrónico. Cuando enviamos un email tenemos que pensar si es realmente necesario hacerlo o si con una llamada es suficiente. A veces mandamos correos al de enfrente por el mero hecho de no levantarnos y me considero culpable de ello. Recuerdo que en mi empresa intentaron atajar el problema lanzando la iniciativa de: "Los martes, día sin email" y ese día no podías mandar ninguno, tenías que usar otras vías: llamadas, communicator... He de decir que el primer martes la gente se concienció un poco y hubo menos emails pero unas semanas después seguíamos igual, con mails a tope cada martes. En fin, que no veo solución y que es muy triste ir en el tren a primera hora gestionando ya los correos del día de ayer que no te dio tiempo a leer. Mucho ánimo para todos con la tarea. Besos. Eva

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  2. Si descubres el truco para gestionarlo sin volverte loca, luego me lo cuentas ya que yo ando inmersa en la misma dinámica tan difícil de gestionar sin acabar con los nervios destrozados... ánimo!! IL

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