Es una terapia que practico desde pequeña, aunque en aquel entonces no era consciente de cómo se llamaba. Bueno, quizá no se llamara así. Esto de nombrar las cosas y poner a todo “Terapia de...” o “Síndrome cuál...” es relativamente moderno.
Os voy a contar de forma simple en qué consiste: en escribir. Sencillo ¿eh? De ahí lo de “literaria”. Bromas aparte, básicamente es eso, escribir, lo que sientes, lo que te preocupa. Dejar al papel o al ordenador según te guste, tus problemas. El objetivo es descargarte de ese peso y sentirte mejor.
Desde que soy pequeña lo he puesto en práctica sin el conocimiento de que era una terapia. Cuando el colegio y el instituto me frustraban, cuando me sentía mal, enfadada, triste, lo escribía e inmediatamente después me sentía mejor.
Es sencillo. Solo necesitas papel y boli y hala... a expresar sentimientos, según se amontonen en la cabeza o el corazón los expulsas al papel. Si a ti te vale puedes hacerlo también en el ordenador. A mí no me resulta igual, pero eso depende de cada uno.
Podéis pensar que es como un diario, pero no tiene nada que ver. Primero porque no se trata de dar forma a un texto, solo de “descargar” y segundo porque no cuentas lo que ha pasado, solo te desahogas. Son sentimientos, no hechos.
¿Y luego qué? Yo normalmente rompo y tiro el papel. Es lo más sano. Si lo dejas algún día lo lees y las malas vibraciones vuelven a ti. Lo mejor es que queden en la basura sin posibilidad de retorno.
Ponlo en práctica cuando lo necesites, ya me contarás, a mí me relaja.
Por cierto, un consejo: No lo practiques en Facebook o Twiter. Compartirlo no es uno de sus objetivos, así no funciona. Depositarías en los demás tus frustraciones y el resto no lo entendería.
¡¡¡Hasta pronto!!!
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