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martes, 28 de octubre de 2014

LA ESCUELA ESPAÑOLA DEL TÉ

Cuando mi   amiga Charo me comentó que había creado la Escuela Española del Té, pasaron por mi mente tres pensamientos: el primero una pregunta, ““¿No existía?”; el segundo una reflexión, “¿Cómo es posible?”; y la tercera una afirmación rotunda, “Tenía que ser ella la que lo hiciera”. Porque si hay alguien en España con pasión por el Té y con conocimientos es Charo.
De hecho el té fue lo que nos unió. Mi gran amiga Eva, conocedora de mi afición por esta deliciosa bebida,  me invitó a una cata. Os podéis imaginar quién la daba. Y así nos conocimos. Los años han pasado y poquito a poco nos ha ido introduciendo nuevos conocimientos, mostrándonos nuevas experiencias. Jamás olvidaré el Afternoon Té que nos preparaste a principios de este verano, no faltó detalle ¡fue impresionante!
No es solo que sepa sobre el tema, que tiene conocimientos para dar y tomar, si no que disfruta.  Y es que la diferencia entre la mayoría de los bebedores de té y los del café es esa. El té es para disfrutarlo, saborearlo, olerlo, sentirlo... de ahí la importancia de que sea de buena calidad, tenga la cantidad justa, se caliente a la temperatura exacta, se infusione los minutos necesarios y el tiempo que tiene que ser, ni un segundo más, ni un segundo menos. No se toma té para mantenernos despiertos, ni para calentarnos el cuerpo, se toma para disfrutar.
En la presentación de “apertura de puertas” de esta Escuela, Charo me recuerda una anécdota  que tanto me hubiera gustado que fuera mía, aunque yo no soy tan atrevida:
  Tantos años causando perplejidad a los camareros cuando sólo les pedía agua caliente, y sacaba mi té a granel y sus bolsitas del bolso, para poder acompañar mis tertulias con amigos de un té de calidad y bien infusionado en cualquier local de España.”
Y es que aunque cada vez hay más “cultura del té” en nuestro país, falta mucho conocimiento, una Escuela, precisamente, que enseñe a los profesionales como prepararlo, como venderlo,  como disfrutarlo.
Charo es de esas personas inquietas y que nunca dejaran de aprender, porque no está en su ADN. Tan pronto se va un fin de semana a París a un curso de cata en francés, como que se va a Sri Lanka a ver plantaciones y aprender de sus gentes....:
 “Tanto tiempo formándome fuera de nuestras fronteras para descubrir los mil y un secretos que se encierran en sus hojas; y a cada paso, un deseo cada vez mayor de poder ‘compartir’ las maravillas que iba descubriendo.”
Bravo por ti y por tus tres socios. Bravo por vuestra valentía, entusiasmo, por el gran trabajo que estáis haciendo y vais a hacer.
Suerte con esta aventura que tanto te pega y que espero no se separe nunca de ti.
Deseo que tengáis éxitos, muchos y grandes.
Y  GRACIAS  de parte de todos los apasionados del té de este país, ya que egoístamente nos conviene que lleguéis a todos los rincones y que cuando pidamos un té rojo no nos pongan un Rooibos, o que cuando en cartas maravillosas aparezcan tés de calidad sepan como infusionarlos y no los destrocen.
OS dejo los datos y la presentación de La Escuela Española del Té (EET)
Se busca a todo el que esperaba la oportunidad de saber de té, para que aprenda a su ritmo y trace su propio itinerario de acuerdo a sus inquietudes. En español, sin moverse del país y eligiendo entre:
·                                 Un itinerario formativo con títulos propios, aula virtual y clases prácticas, donde cada participante imprima su ritmo y decida si adquiere una sólida base o se anima a ser sumiller.

·                                 Cada 2 meses, un viaje al mundo del té, con una revista especializada (NewsletTEr), diseñada para atraer tanto a los amantes del té como a aquellos que siguen considerándolo únicamente una bebida medicinal. Revista para degustar acompañada de un té de edición limitada, y seguida de pruebas, un reto y un evento con que completar lo aprendido y disfrutar al mismo tiempo.

·                                 Colaboración con el ITMA (referente mundial en formación de maestros de té y catadores profesionales) para, por primera vez, presentaros la ocasión de obtener su prestigiosa certificación ‘Maestro de Té ITMA™’ (ITMA Certified Tea Master™) desde España, sin necesidad de viajar a Estados Unidos. Comienzo único curso: diciembre 2014.

·                                 Posibilidad de hacerse ‘amigo’ de la EET (Escuela Española del Té), para establecer lazos con otros ‘teinitas’ y disfrutar de nuestra ‘carta gourmet’, boletines de noticias de actualidad del té, descuentos y … ¡mucho más!

domingo, 5 de octubre de 2014

Terapia Literaria

Es una terapia que practico desde pequeña, aunque en aquel entonces no era consciente de cómo se llamaba. Bueno, quizá no se llamara así. Esto de nombrar las cosas y poner a todo “Terapia de...” o “Síndrome cuál...” es relativamente moderno.
Os voy a contar de forma simple en qué consiste: en escribir. Sencillo ¿eh? De ahí lo de “literaria”. Bromas aparte, básicamente es eso, escribir, lo que sientes, lo que te preocupa. Dejar al papel o al ordenador según te guste, tus problemas. El objetivo es descargarte de ese peso y sentirte mejor.
Desde que soy pequeña lo he puesto en práctica sin el conocimiento de que era una terapia. Cuando el colegio y el instituto me frustraban, cuando me sentía mal, enfadada, triste, lo escribía e inmediatamente después me sentía mejor.
Es sencillo. Solo necesitas papel y boli y hala... a expresar sentimientos, según se amontonen en la cabeza o el corazón los expulsas al papel. Si a ti te vale puedes hacerlo también en el ordenador. A mí no me resulta igual, pero eso depende de cada uno.
Podéis pensar que es como un diario, pero no tiene nada que ver. Primero porque no se trata de dar forma a un texto, solo de “descargar” y segundo porque no cuentas lo que ha pasado, solo te desahogas. Son sentimientos, no hechos.
¿Y luego qué? Yo normalmente rompo y tiro el papel. Es lo más sano. Si lo dejas algún día lo lees y las malas vibraciones vuelven a ti. Lo mejor es que queden en la basura sin posibilidad de retorno.
Ponlo en práctica cuando lo necesites, ya me contarás, a mí me relaja.
Por cierto, un consejo: No lo practiques en Facebook o Twiter. Compartirlo no es uno de sus objetivos, así no funciona. Depositarías en los demás tus frustraciones y el resto no lo entendería.
¡¡¡Hasta pronto!!!