Últimamente estoy muy interesada en la Teoría de la profecía autocumplida.
Desde que me hablaron de su existencia no he parado de darle vueltas a la posibilidad de que en muchas ocasiones las cosas que pasan son porque hemos querido o dejado que pasen, tanto las buenas como las malas. Estas últimas son las que más me inquietan.
Recientemente he leído un artículo que lo explica muy bien, os traslado un extracto: “La teoría de las profecías autocumplidas explica que cuando mantenemos una firme creencia respecto a algo o a alguien, acabamos corroborándola. Decía Henry Ford: “Si crees que puedes, o si crees que no puedes, en ambos casos estás en lo cierto”. Si nosotros creemos que no podemos, tendremos razón; de la misma forma, si los demás deciden que no somos capaces y elegimos creerles, entonces tendrán razón también. La ley de las expectativas establece que “todo lo que con certeza esperes que te pase se convertirá en tu propia profecía de autocumplimiento.”
¿Tiene tanto poder nuestra mente?
Hay quien piensa que sí. Es decir si tú le envías a tu cerebro el “deseo” de algo, pasará. Vamos que da igual que te hayas preparado un examen, por ejemplo, de forma perfecta, que si llegas al examen y te convences a ti mismo de que lo vas a suspender, lo suspendes seguro.
Si esperas y deseas de verdad que algo te suceda te va a suceder. Como se explica en el libro El Secreto de Rhonda Byrme. La verdad que lo leí con gran devoción, pero terminé un poco escéptica del tema. No creo que por mucho que desees vivir, por ejemplo, en una mansión, vayas a conseguirlo. Pero si creo en que la actitud influye en nuestras vidas.
Lo que está claro es que a veces actuamos de forma distinta a la que deberíamos, supongo que precisamente porque le enviamos al cerebro esa orden. Siguiendo con el ejemplo del examen, podemos ponernos demasiado nerviosos, pensando en que vamos a suspender y al final efectivamente, los nervios te llevan al fracaso.
Otra cuestión a tener en cuenta es la de que “si los demás deciden que no somos capaces y elegimos creerles, entonces tendrán razón también”. Volvemos a un tema recurrente, al final sí que nos afecta lo que piensan los demás, tanto que hasta interviene en nuestras decisiones, en esas que enviamos al cerebro. Me parece tan difícil evitarlo, simplemente porque a veces ni siquiera somos conscientes de ello.
Se trata de creer que puedes lograrlo, aunque tu jefe, tus compañeros o tu familia, o tus amigos, intenten convencerte de que no puedes. Se trata de ser fuerte y de convencerte de que tus decisiones son las correctas, las positivas, las que te benefician, para poder conseguir lo que quieres. Se trata en resumen, de tu actitud en la vida.
Porque lo que sí es cierto y lo he comprobado en muchas ocasiones, es que las personas te ven como tú quieres que te vean, como tú te sientes.
Siempre recordaré a una compañera de trabajo, de la que por cierto, no tengo noticias hace mucho tiempo, que tenía su teoría sobre ella misma. Siempre afirmaba lo mismo: “Es que la gente me ve rara”. Pues sí, es que era muy rara. Ese es el mensaje que nos enviaba.
Conclusión: La teoría de la profecía autocumplida es extraordinaria si la utilizamos para cosas positivas. Es la energía de la vida, el positivismo al máximo estado. El poder de nuestra mente es tan fuerte que nos llevara al éxito si así lo enfocamos.
Pues eso. Buena semana a todas y todos.
Totalmente de acuerdo con el artículo. Querer es poder y que nadie te diga lo contrario :-)
ResponderEliminarGracias, igualmente :)
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